Dadas las características del paisaje y del entorno que rodean la bodega, la ordenación de las edificaciones se resuelve con una referencia a las construcciones de los antiguos monasterios que básicamente se caracterizaban por ser edificaciones cerradas al exterior y volcadas a patios interiores o claustros.
Con este criterio el programa de usos se ha ordenado de la forma siguiente: en torno al patio interior se organizan la nave de depósitos, la nave de barricas y la nave de almacenamiento de botellas, cerrando el patio con el edificio de recepción, oficinas y administración.
El patio de entrada se delimita con el edificio de oficinas, recepción y administración, la sede social y el edificio de expedición.
Todos los edificios se han proyectado cerrados al exterior, excepto el correspondiente al de recepción, oficinas y administración, que se resuelve acristalado en su totalidad, con el fin de diferenciarlo del resto y establecer una comunicación visual entre los dos patios.
Todas las naves se comunican entre sí interiormente y exteriormente a través de los patios citados.
En comunicación con la nave de depósitos se ha proyectado una pequeña edificación de una planta para los aseos y comedor de los trabajadores de la bodega.
La unión de unas naves con otras se resuelva a través de pequeños pasillos acristalados. Esta organización del programa de usos y edificaciones permite la funcionalidad de la bodega y su construcción por fases.
En cuanto a la imagen del conjunto dentro del entorno en que se ubica, se ha buscado la integración, recurriendo para ello a volúmenes sencillos, con cubiertas planas y cerramientos con piedra similar a la que se encuentra en las tierras de la zona. Con el fin de dar un carácter más natural a estos cerramientos, las fábricas de piedra serán secas con ripiado de piedra más pequeña de los huecos que queden libres. En las bases de los muros se utilizarán piedras de gran tamaño en combinación con la piedra más pequeña de los muros.
Todas las edificaciones dispondrán de un remate superior a modo de cornisa, resuelto con acero Corten que al oxidarse adquirirá una tonalidad rojiza que se integrará con los colores del paisaje.
Esta solución constructiva y de materiales permite aunar lo tradicional y lo moderno con la intención de que el conjunto de las edificaciones se integren en el entorno.
Con el fin de singularizar el edificio de la bodega y significar su presencia, se han proyectado lucernarios de cristal de distintos tamaños y posiciones que permiten a su vez la iluminación natural del interior de cada una de las dependencias. Los lucernarios confieren también una imagen singular a la bodega por la noche, resaltando su presencia desde la carretera.
Solamente se proyectan ventanas en las zonas de trabajo (comedor, zona de etiquetado, zona de embotellado y encorchado) de comunicación visual con el paisaje.
El arroyo existente ha determinado la ordenación de las naves dentro de la parcela. Se proyecta su recuperación con una plantación de árboles a base de chopos, con el fin de marcar este eje dentro de la finca. La nave de barricas se sitúa al otro lado del arroyo, con el fin de aprovechar la sombra del arbolado, evitando así el soleamiento sur, lo que permitirá no utilizar un sistema de climatización artificial.
En el patio interior, de césped, se proyecta una plantación de 4 cipreses. En la sala de catas, situada a continuación de la zona de recepción, se proyecta un espacio exterior tratado con un techo vegetal a base de un emparrado. La sede social también dispondrá de un espacio de jardín con plantas aromáticas, separado del resto.
En el resto de los terrenos no ocupado por las edificaciones y patios se proyecta la plantación de un viñedo.