Dentro de un local de reducidas dimensiones, se diferencian tres zonas: zona de objetos de escritorio y dibujo, zona de libros, almacén y aseo. Un pilar existente en la zona próxima a la entrada organiza el mostrador. Los paramentos verticales, situados detrás del mostrador a 90º, se revisten de espejo de suelo a techo y en toda su longitud, produciéndose así un efecto de ampliación del espacio cuya imagen obtenida lo hace regular.
El techo es de madera igual a la de los muebles, con entrecalles moduladas según los expositores y de la anchura de los elementos de división verticales. Los muebles y el techo quedan unificados por el mismo material. El efecto virtual de un espacio cuadrado queda reforzado por el ritmo de modulación de los muebles y el techo.
El cerramiento de la fachada, resuelta con cuatro hojas de chapa perforada, resuelve la seguridad. Cuando la tienda está abierta se abaten sobre los escaparates laterales. Cuando la tienda está cerrada los escaparates quedan vistos y a través de las perforaciones de la chapa se ve el interior. El tirador de la puerta de entrada recuerda la imagen de un libro abierto.