En todos los proyectos se ha desarrollado un trabajo complementario de diseño del mobiliario de las distintas dependencias de cada obra. La búsqueda de la unidad entre los continentes y los contenidos ha determinado que los materiales a utilizar y las formas de los objetos estuviesen especialmente pensados y elegidos para conseguir la armonía.
Esto ha ocurrido en casi todos los trabajos realizados, pero especialmente en los museos, al tener que decidir los recursos expositivos a utilizar y los expositores y las vitrinas de las piezas a exponer. En estos casos se han controlado hasta los mínimos detalles.
Son numerosas las piezas diseñadas: mesas de recepción y trabajo, estanterías, vitrinas, taquillas, librerías, puertas…
Se muestran aquí dos ejemplos: la silla y el sillón proyectados para los salones de actos del Museo del Vino y del Museo de las Villas Romanas.
Ambas piezas están ejecutadas en madera maciza de nogal español y piel de distintos colores.